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jueves, 8 de julio de 2010

castillo de Albanchez




HERALDICA:



En campo de oro, una cruz de Santiago, de gules. Bordura de plata que trae en jefe: Jaquelado de dos piezas, que carga el primero con las reales armas de León que trae de plata, un león rampante de gules, coronado de oro, armado y lampasado de los mismo, y el segundo con las reales armas de Castilla, que trae de gules, con un castillo, de oro, almenado de tres almenas, mazonado de sable y aclarado de azur; y en punta, las reales armas del Reino de Aragón, que carga en campo de oro, cuatro bastones o palos de gules y corona real cerada.


GEOGRAFIA:

Comarca: Sierra Mágina
Coordenadas: 37°47′N 3°28′O / 37.783, -3.467


Altitud: 862 msnm
Distancia: 45 km a Jaén

Superficie: 39,2 km²


Población: 1.228 hab.




LEYENDAS:

En el mismo cerro de Aznaitín, existe una cueva cuyos tesoros son menos artísticos, aunque igualmente preciados, si es que alguien tiene la fortuna de encontrarlos algún día, pues cuenta la leyenda que en la Cueva del Tío Malverano, en el siglo XIII, cuando Fernando III reconquistó la zona, un rico moro escondió antes de huir toda su fortuna en esta laberíntica cueva. Años más tarde, un viejo campesino encontró el tesoro, pero cuando se dispuso a buscar ayuda al pueblo para cargarlo murió de un ataque al corazón y sólo le dio tiempo a indicar su paradero con estas palabras: "Frente a la cabeza del toro está el tesoro".

Historia de Albanchez de Magina

Albanchez de Mágina es una población de unos 1.700 habitantes situada a la falda del Aznaitín. El núcleo urbano se distribuye a los pies del castillo, que sobre una peña domina al pueblo, cuyo termino es regado por los ríos Vadillo y Hurtar y numerosas fuentes. Desde la prehistoria aparecen huellas de poblamiento humano, como en la cueva de los Esqueletos o de las Figuras en el Paraje de las Zorreras, que fue descubierto en el siglo pasado por unos campesinos, se trataba del hallazgo de varios esqueletos , sentados en semicírculo y armados de flechas cuyas puntas eran agudos pedernales con cuchillos y lanzas también de pedernal. Los investigadores lo han identificado con un enterramiento múltiple de las Edades del Cobre-Bronce. También han aparecido restos ibéricos, como el friso de piedra llamado "Cérvido Ibérico", que actualmente se encuentra ubicado en el Museo Arqueológico provincial. Del paso de los romanos, se han encontrado varios tesorillos de monedas y varias inscripciones, de los que algunos investigadores deducen la existencia de una ciudad romana enterrada, llamada Campaneana, en el paraje conocido como Campanil. El núcleo urbano de Albanchez debió tener su origen entre los siglos VII y IX, cuando la población campesina empleara la peña, bajo la que se asienta el pueblo, para buscar refugio. Hacia el siglo XI se construiría la muralla de la población, que entonces estaba por encima de la actual. De esta primitiva fortificación quedan los restos de una torre cuadrada.

Tras la conquista castellana se construyó el castillo sobre una peña de la sierra de los Castillejos, si bien es difícil precisar quien lo construyó, pues durante la edad media Albanchez perteneció a diversos señores, aunque sobre todo perteneció a la Orden de Santiago quienes lo conquistaron en 1231. En 1309 Fernando IV concede la villa a la Orden de Santiago, que creó la Encomienda de Bedmar y Albanchez, cuya presencia perduró, con intervalos, hasta su definitiva desaparición en el año 1836, en la desamortización de Mendizábal. Por las noticias aparecidas en los legajos conocemos que perteneció al señorío de Jódar, hasta que en 1338 Ruy Fernández lo vendió al Concejo de Úbeda por 1.500 maravedíes.

Albanchez dependió de Bedmar hasta que el infante don Enrique de Aragón la hizo villa independiente por privilegio dado en Valladolid el 18 de noviembre de 1419, confirmado con posterioridad por otros reyes.

Tras la reconquista se produjo un aumento demográfico auspiciado por las medidas y movimiento repobladores, el desarrollo de una economía de marcado carácter agrario y la cría de perdices y palomas así como la cría de ganado cabrío , lanar y vacuno. La decadencia económica del estado en el siglo XVII acentúa la situación en Albachez debido a su economía de subsistencia. hechos que se evidencia por el estado de ruina que tenía el castillo en esta época o el hundimiento del techo del templo parroquial.

El siglo XVIII y primera mitad del XIX significó un tímido intento de recuperación, así lo demuestra la reconstrucción de la iglesia dando lugar a la actual. Otro de los hechos más significativos es la definitiva desaparición de la Encomienda al calor de mediadas como la Desamortización de Mendizábal en 1836.

Los lugares más bonitos de visitar por su belleza de paisaje:
La Cueva del Morrón: está situada en las estribaciones del cerro Aznaitín y es una cueva pequeña y de fácil acceso, por lo que no hacen falta materiales específicos de espeleología, sino tan sólo unas simples linternas para apreciar las pinturas que se encontraron en 1981, originarias del Paleolítico Superior. Son las más antiguas de la provincia y representan dos figuras de animales que corresponden a una cabra y un jabalí, y una hoja de sílex. Forman dos grupos distintos atendiendo a su coloración. El grupo en negro (los animales) presenta una técnica de coloración que perfila con exactitud los contornos. Además, la cueva conserva restos muy bellos de estalactitas.

Caldera del Tío Lobo: Cascada de agua y gruta en lugar no muy accesible.
La Cueva de los Esqueletos En el Paraje de las Zorreras (en el municipio de Albánchez de Magina), descubierto en el siglo pasado por unos campesinos. Se trataba del hallazgo de varios esqueletos, sentados en semicírculo y armados de flechas cuyas puntas eran agudos pedernales, con cuchillos y lanzas también de pedernal. Los investigadores lo han identificado con un enterramiento múltiple de las Edad del Cobre. También en este municipio cabe visitar la Peña de los Enamorados, de la Edad del Bronce.

Hutar: Paraje natural situado a 2 km de la localidad, con manantiales, vegetación y antiguos molinos harineros posiblemente de epoca romana.



CASTILLO DE ALBANCHEZ DE MAGINA:



El castillo de Albanchez de Mágina domina y preside el pueblo, aposentado sobre el primer risco de la Sierra de los Castillejos. A pesar de sus pequeñas dimensiones y de sus estrecheces interiores, su
arriscada posición dificulta enormemente su acceso
Durante la época musulmana, Albánchez pertenecía a la provincia de las Alpujarras y a la Cora de Jaén. La construcción del castillo se atribuye al rebelde musulmán Ibn al Saliya señor de Sumuntán, en el siglo IX. Hacia el siglo XI se construyó la muralla de la población, a las faldas del castillo y cuyos restos son aún hoy visibles.
En el año 1231 las tropas de Fernando III el Santo reconquistan esta población y en 1309 Fernando IV concedió la aldea de Albanchez a la Encomienda de la Orden de Santiago, quedando como aldea de Bedmar para formar posteriormente junto con éste municipio La Encomienda de Bedmar y Albanchez. La causa de esta concesión fue doble, por una lado como premio por ayudar en su reconquista, pero, sobre todo, porque las tropas reales no podían defenderla de la proximidad e incursiones de los musulmanes.

Tras la conquista castellana se levantó en la cima de la peña el pequeño castillo cristiano sobre los restos del castillo anterior musulmán del siglo XI. Posiblemente fue construido por la Orden de Santiago entre los siglos XIX y XV, pues la forma redondeada de sus esquinas son típicas de esta Orden, que desempeñó un papel crucial durante todo el siglo XIV en este lugar fronterizo con los moros de Granada.

En el año 1338 era señor de este castillo Ruy Fernández de Jaén, llamado por otro nombre Ruy Fernández de Xodar, el cual dio poder a Juan Fernández Gallego para que lo vendiese al Concejo de Úbeda por autoridad del Rey y por su carta dada en Plasencia a 20 de enero de 1338

En el año 1419 el infante don Enrique le concedió el Título de Villa, separándola de la de Bedmar. A finales del siglo XVI el castillo ya estaba en ruinas y abandonado.

En Las relaciones topográficas de Felipe II se dice:

La villa de Albanchez tiene dos castillos, uno en lo alto de la dicha peña o sierra a questá arrimado, en lo alto della, y el otro más abajo y más cerca de la dicha villa. Los dichos dos castillos de la dicha villa de Alvanchez, el más alto hes de argamasa, y el otro más bajo hes de tapería e los çimientos son de piedra.


Las formas redondeadas de las esquinas son propias de los castillos de la Orden de Calatrava y en general de las fortalezas del siglo XV, como respuesta al incipiente desarrollo de la artillería.

Conserva su alcazarejo, construido en mampostería, y que consta de dos núcleos. En la parte más alta se encuentra el torreón de planta rectangular que alberga dos cámaras. En la parte inferior hay un aljibe rectangular que conserva restos del estuco que lo recubría.

Desde su elevada altura se divisan vastísimos panoramas y se comunicaba con los castillos de Torres, Bedmar, Jimena, Jódar, Baeza y Úbeda.




IMAGENES DEL CASTILLO:


































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































lunes, 5 de julio de 2010

Castillos de Bedmar






Heraldica:


Escudo de armas:

En campo de oro, tres cornetas de sable, puestas en palo y unidas por sus cuerdas.

Era este linaje uno de los más famosos de Andalucía, siendo los primeros que usaron este apellido dos caballeros de claro abolengo que vinieron con el rey Don Fernando a la conquista de Andalucía y conquistaron a los moros la villa y castillo de Bedmar, en el Reino de Jaén. A este linaje perteneció Don Sancho Sánchez de Bedmar, quien, en 1302, se distinguió por la defensa del castillo, del cual era Alcaide, ante las huestes del rey moro de Granada, Mohamed~Ben~Alamar. Este linaje dejó noble descendencia en Andalucía, principalmente en Granada, Alhama, Loja y Vélez Málaga.
En Jaen alcanzó el Señorio de la villa y castillo de Bedmar.
En algun tratado le otorgan un origen Gallego.


Comarca:
Sierra Mágina

Población:
3.185 habitantes.

Altitud:
643 metros.

Superficie Física:
119 km2.

Coordenadas geograficas:

37°49' N, 3°24' O.

Historia de Bedmar:

Se puede establecer que, alrededor del siglo II antes de Cristo, es cuando se producen los asentamientos más estables en el término de Bedmar. El más importante es el de Campanil, donde se han encontrado lápidas con inscripciones de esa época. También hay restos de asentamientos en la margen izquierda del río, bajo el cerro de Campanil. En otros yacimientos romanos se han encontrado columnas de mármol blanco, un molino de aceite e incluso un silo romano, en el paraje conocido como el Cerrillo.

La presencia visigoda quedó patente con la aparición de un sarcófago de piedra con la inscripción de un texto del Libro de los Proverbios. El sarcófago se encuentra en el Museo Provincial de Jaén.

Es en la Edad Media cuando Bedmar alcanza mayor notoriedad, por su carácter fronterizo y por ser uno de los pasos de Baeza y Úbeda hacia el Reino de Granada.

El profesor Elías Terés identifica Bedmar con al-Matmar, que significa bajo el silo o la cueva, en referencia a la Cueva del Murallón, que se abre en la pared rocosa de la Serrezuela. Esta cueva formaba parte del primer poblamiento, que estaba cercado por una doble muralla de mampostería que apoyaba sus extremos en la sierra. Esta fortificación, realizada por una familia muladí, fue conquistada por Fernando III en el siglo XIII, convirtiéndose en frontera entre los reinos de Castilla y de Granada. En varias ocasiones fue tomada por los nazaríes en sus avances hacia Baeza. Esto dio lugar a que la Orden de Santiago edificara un nuevo castillo, que no volvería a ser tomado por los musulmanes. Es el castillo llamado el Mirador, que actualmente está en ruinas.

Es en el siglo XVI, tras la conquista de Granada, cuando Bedmar alcanza su mayor apogeo. Siendo su riqueza más importante la derivada de la ganadería, productos de la huerta, seda, vino y cereales.

Más difíciles fueron los siglos XVII y XVIII, con periodos de sequía, epidemias, hambre, etc. En el siglo XIX desaparecen la Obra Pía, que fundara el Marqués de Cueva, y la encomienda de Bedmar. Como consecuencia del liberalismo decimonónico, en 1882 se nombra el primer alcalde constitucional en la persona de D. José Herrera.

La Guerra Civil fue especialmente cruel en este municipio. Permaneció toda la contienda bajo el gobierno republicano. Como hechos más significativos, reseñar la quema del retablo de la iglesia de la Asunción y la destrucción de la imagen de la Patrona.

Personajes ilustres:


Alonso I de la Cueva y Benavides:
fue un militar y caballero español, primer señor de la villa de Bedmar y tronco del marquesado del mismo nombre, caballero de la Orden de Santiago, último comendador de Bedmar y Albánchez, regidor de Úbeda, alcaide de la ciudad y fortaleza de Cádiz, alcaide, gobernador y capitán general de La Goleta (Túnez) y electo de las plazas de Orán y Alcazarquivir.

Nació en Úbeda (Jaén) en las casas antiguas de su familia, siendo hijo de Luis de la Cueva, segundo señor de la villa de Solera y señor de la Casa de la Cueva, sobrino carnal de Beltrán de la Cueva, primer duque de Alburquerque, y de María Manrique de Benavides, de los señores de Jabalquinto y Almanzora.

En 1520 y siendo todavía muy joven, capitaneó una matanza en la villa de Jódar como venganza por la muerte de su padre, Luis de la Cueva, que había perecido a manos del señor de dicha villa por las rivalidades que ambos bandos se profesaban. A su muerte, sucedió en las encomiendas de Bedmar y Albánchez el hijo mayor y primogénito, Juan de la Cueva y Benavides, que también heredó el señorío de Solera.

Fue capitán de caballos de Carlos I de España, y como tal participó en 1521 en la batalla de Villalar, donde luchó cuerpo a cuerpo con Juan de Padilla, célebre comunero a quien venció y prendió. Como trofeo de guerra llevó el pendón del general de las Comunidades de Castilla a la iglesia de la Asunción de Bedmar, donde se conservó hasta el siglo XVII.

Tras los resultados de esta actuación, y con motivo de la muerte de su hermano Juan mientras defendía el Reino de Valencia de la Germanía en 1522, el emperador le otorgó las mismas encomiendas, siendo el último comendador de esas villas

Castillo de Bedmar:

CASTILLO VIEJO DE BEDMAR

En época árabe se le llamaba ‘al-Manzur’.
El castillo Viejo de Bedmar se encuentra pegado al farallón de la Sierra del Agua, en Bedmar,
provincia de Jaén
Se trata de un recinto de calicanto de época almorávide o almohade construido en los siglos XI-XII sobre otra fortificación anterior de origen íbero-romano.
Cuando Fernando III lo conquistó en 1229, el castillo era conocido como Al-Manzur, y pertencía, junto con los de Garcíez y Cuadros, a Abd al-'Azuz al Numayri.
Establecida la frontera castellano-nazarí en las proximidades de Bedmar, los cristianos ensancharon y recrecieron los muros de la fortaleza, pero los musulmanes volverían a conquistarla al poco tiempo. Recuperada por Martín Sánchez de Bedmar en 1231, en 1302 volvería a caer en manos de Mohamed III de Granada, y en 1309 a manos de Fernando III, quien la concedió en encomienda a la Orden de Santiago.
La alternancia de su posesión entre las fuerzas musulmanas y cristianas y el saqueo nazarí de 1407, hizo necesario la construcción de un nuevo castillo. Así, en 1411 se construyó el castillo Nuevo sobre un cerro rocoso aislado, donde ahora se encuentra el pueblo, aplicando los avances en arquitectura militar: doble recinto, accesos laterales y muros en zig-zag.
Presenta una plano de escuadra, muy abierto, con un torreón circular ligeramente troncocónico. Se conservan además otros restos, como los muros de calicanto que confluyen en el torreón, y un aljibe. En la pared rocosa, a gran altura, se abre unas grutas naturales que también debieron ser utilizadas como habitáculo.

El estado de conservación que se encuentra es en ruina:


Imagenes del castillo:







































CASTILLO NUEVO DE BEDMAR:

Fue construido de los anos 880 a 890 por Ibn Al- Sailiya, un senor arabe.

En la edad media, este castillo fue el escenario de numerosas batallas entre los reinos de Castilla a quien pertenecia y el reino de Granada que era en aquellos entonces arabe y que intentaba sin parar de conquistarlo. Efectivamente fue un punto de paso obligado del sur al norte, que permitia controlar una amplia zona, lo que interesaba particularmente los arabes que habian emprendido la conquista de la peninsula Iberica, ademas de ser un lugar estrategico, hera un lugar rico en vinas y vergeles a donde no faltaba nunca agua gracias a los numerosos manatiales de las montanas vecinas.

Asi desde 711, fecha del desembarque de los ejercitos arabes en la peninsula, hasta 1491 el territorio de bedmar no paro de cambiar de manos entre los castellanos cristianos y los arabes musulmanes.

El castillo de Bedmar aun lleva las huellas de su pasado : podemos ver en las murallas de la fachada oeste trozos de columnas romanas que utilizaron los arabes para construirlo, utilizando probalemente monumentos antiguos proximos al lugar. Ademas se ha encontrado numerosos fragmentos de ceramicas arabes y romanas. Tambien se puede pisar sobre las huellas de los Visigodos que enmurallaron las cuevas naturales de la montana que se encuentra justo mas arriba del castillo, testificando de las primeras fortificaciones. Recordamos, que si el castillo de Bedmar fue construido por los arabes, ha sido mas tarde reconstruido por los cristianos despues de su reconquista.

Una de las peculiaridad del castillo de Bedmar es que fue construido sobre un subterranio probablemente largo de 9 km que servia de refugio y de almacen. Se cuenta que este subterranio esta formado de varias salas conteniendo pozos e impresionantes estalagtitas y estalagmitas.

En el siglo XV, la zona fue pacificada, el castillo perdio su utilidad militar y estrategica por esto poco a poco acabo siendo una bella ruina.

El castillo nuevo de Bednar se alza sobre una peña llamanda Peña Marta junto a la localidad de Bedmar, en el término municipal de Bedmar-Garcíez, en la comarca de Sierra Mágina de la provincia de Jaén.´

El castillo se alza sobre una gran peña en la que se labraron dos sistemas defensivos, un recinto de murallas y el alcazarejo o zona residencial, ambos en un estado de conservación lamentable. El cinturón de murallas es sumamente quebrado, en zig-zag, se conservan dos de los cubos adosados a la misma, uno de planta cuadrada y otro circular. En el interior se aprecian restos de bóvedas de medio cañón de ladrillo y amplias dependencias interiores.

La fachada principal y puerta de entrada a la fortaleza fue reconstruida en el siglo XVI, ya que el castillo se convirtió en residencia de los Señores de la Cueva, después de que la villa fuera enajenada de la Orden de Santiago y pasara a ser señorío de Alonso de la Cueva.

Es propiedad de don Francisco Bedmar Perea, quien la obtuvo por subasta de Hacienda Pública.


Imagenes del castillo: